30 shades of gray (dark star)
“I believe in deeply ordered chaos” Francis Bacon
Sobre una lámina de madera aglomerada fue grabada una retícula con el patrón de Penrose. Patrón que está conformado por figuras de cuatro lados en forma de rombos, parecidas a las de un dado de treinta lados. Treinta sombras de gris fueron preparadas con pintura al óleo. A cada sombra se le asignó un valor numérico de uno a treinta. Se lanzó un dado de treinta lados trescientas noventa y cuatro veces. En cada lanzamiento se tomó la pintura de la sombra de gris correspondiente al número dictado por el dado y se pintó uno de los espacios de la retícula.
Lo que vemos es el resultado de este juego experimental que, entre otras cosas, hace que nos preguntemos que tan perfecto es este dado como máquina aleatoria diseñada y hecha para ser totalmente impredecible. Así como otras preguntas de difícil respuesta como: ¿Es esto el resultado del azar?. ¿Cuantas veces tendríamos que hacer el mismo procedimiento para obtener un resultado igual a este? ¿Sería posible lograr hacer dos obras iguales siguiendo este procedimiento si lo intentamos hasta lograrlo una y otra vez? ¿Podríamos lograrlo durante nuestra corta existencia, o cuantas vidas nos tomaría para que esto sucediera? Quedan abiertas muchas interrogantes absurdas, pero interesantes como estas...
Para Sir Roger Penrose es posible la existencia de tres planos o dimensiones que componen posiblemente nuestra realidad. Uno es el plano de la realidad platónica, o realidad matemática. Otro es el plano del mundo mental. El otro eje de este triángulo es el mundo físico. Esta obra es un estímulo desde el mundo de lo físico (en este caso de los pigmentos, el aceite, diluyente, tornillos, cola, madera y plástico) para acceder a esos otros dos planos del triangulo de Penrose. Para así dar inicio al ciclo de pensamiento triangular de Penrose, en el que de una dimensión se pasa a la otra para dar paso a la plenitud de nuestra realidad consciente. Sin embargo, lo mejor que podemos hacer es dejar que nuestros ojos paseen libremente por esta superficie llena de relaciones tonales, estrellas y figuras, y que nuestra mente haga lo mismo en la dirección que desee hacerlo.
Nota: Cerca de la obra se ubica una paleta de pintar con el dado que fue lanzado 394 veces para para escoger la sombra que se usaría para llenar cada espacio y así pintar la obra. Al mirarla se puede ver cuantas veces cayó el dado en cada número. De esta manera se puede comparar con la pintura y tratar de entender el resultado a nivel cromático-estádístico-azaroso.
“Some people take the view that we happen by accident. I think that there is something much deeper, of which we have very little inkling at the moment” Roger Penrose
Nota 2 (anécdota curiosa): Desde el momento en que pensé hacer esta serie de obras quise que en algún momento se formara una estrella oscura (casi negra) y una clara (casi blanca) en alguna de las obras. Esto sucedió en el caso de esta obra, en la que resultó la estrella oscura tras lanzar las primeras veces cinco veces el dado al comenzar la obra y obtener como resultado números que correspondieron con tonos oscuros de gris. Para mí fue un momento extraño. Sentí mucha alegría de ver que se había logrado formar "por azar" la estrella oscura y en el eje central de la obra. Desde comienzo de año había pensado en la estrella oscura como símbolo de la muerte de artistas que admiro mucho y de los que disfruto a diario su legado, como en el caso de David Bowie. Lo que suena como a historia de ficción es el hecho de que justo en ese momento me dieron la noticia de la muerte de otro de mis artistas favoritos, Prince.
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